En Moscú, aunque ya vemos el cielo despejado, todavía siguen las temperaturas bajo cero por la noche y apenas alcanzan los 2 o 4 grados por el día. Pero no se puede negar: ha empezado la primavera, tal vez menos intensa y un poco triste para quienes somos de otras tierras.
Eso me hizo recordar el cuento de Vicente Blasco Ibáñez titulado "Primavera triste". Lo he encontrado en la Biblioteca Valenciana Digital y los invito a leerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario